La transferencia embrionaria es el último ¡y el más bonito! paso en la jornada de la FIV.
El proceso es muy sencillo, aunque, igual que la punción, se realiza en el quirófano (no por la necesidad de anestesia, pero por la cercanía al laboratorio). ⠀
La colocación del embrión se realiza con un catéter específico, muy flexible, para no dañar las paredes de la cavidad uterina.
No es un proceso doloroso, por lo contrario, ¡es super emocionante! ⠀